Diferencias por sexo y edad en actitudes hacia temas morales en estudiantes de educación secundaria.
Gender and Age Differences in Attitudes Toward Moral Subjects in Secondary School Students

Francisco Manuel Morales Rodríguez
Universidad de Málaga
framorrod@uma.es

Resumen
La violencia escolar cotidiana en parejas adolescentes como reacciones agresivas proactivas y reactivas se producen con frecuencia en los centros escolares; existiendo cada vez mayor preocupación por los problemas de convivencia escolar, el deterioro de las relaciones interpersonales y  la prevención de la violencia de género en los centros educativos de Educación Secundaria.  Un elemento importante para evaluar en estas situaciones son las actitudes e  intereses en temas morales y predisposición hacia la violencia en estudiantes de educación secundaria. Por ello, en el presente estudio descriptivo se presentan los resultados de un cuestionario sobre valores y actitudes en temas morales analizando diferencias en función del género y de la edad. Los participantes en esta investigación han sido 490 estudiantes de educación secundaria, con edades comprendidas entre los 11 y los 15 años, con una edad media de 13.21 años (DT=1.19). Los resultados demuestran diferencias estadísticamente significativas por género y edad, pudiéndose apreciar, en términos generales, una mayor tendencia a la despenalización de la violencia si es en defensa de lo propio y menor predisposición a la emisión de conductas prosociales tanto en los chicos en comparación con las chicas así como en el grupo de adolescentes de menor edad. Para concluir, se destaca la importancia de una detección y evaluación temprana de actitudes e intereses hacia estos temas morales con vistas a una educación integral dirigida a la mejora de la convivencia social y a la prevención de la violencia de género.


Palabras clave: Actitudes en temas morales, violencia, género, Educación Secundaria.

Abstract
School violence in teen dating everyday as proactive and reactive aggressive reactions occur frequently in schools, there is a growing concern for the problems of school life, deterioration of interpersonal relationships and the prevention of gender violence in the Secondary Education schools. An important element to evaluate in these situations are the attitudes and interest in moral issues and predisposition to violence in secondary education students. Therefore, in this descriptive study presents the results of a questionnaire on values ​​and attitudes in analyzing moral issues in terms of gender differences and age. Participants in this research were 490 secondary school students, aged between 11 and 15 years, with a mean age of 13.21 years (SD = 1.19). The results show statistically significant differences by gender and age, being able to see, in general, a greater tendency to decriminalize violence if in defense of self and less willingness to issue both prosocial behavior in boys compared with and girls in the group of younger teens. To conclude, we highlight the importance of early detection and assessment of attitudes and interests towards these moral issues with a view to comprehensive education aimed at improving social coexistence and the prevention of gender violence.
Key words: Attitudes on moral issues, violence, gender, Secondary Education.
Fecha recepción: Octubre  2011            Fecha aceptación: Noviembre 2011

Introducción
La violencia escolar se manifiesta cada día en nuestros centros educativos con consecuencias muy negativas para el alumnado, profesorado y en nuestras sociedades en general. Precisamente esta violencia afecta a la convivencia social y humana que conlleva enfatizar aspectos éticos de los que en muchas ocasiones se adolece así como la puesta en práctica de valores como la solidaridad, la equidad, la libertad, la igualdad, la justicia y la paz. Los centros escolares constituyen el espacio óptimo y dialógico para la construcción en libertad de una sociedad abierta y plural y de unas instituciones que tienen entre sus competencias básicas o transversales la de formar futuros ciudadanos socialmente responsables. Después de la primera década del siglo XXI, la educación en valores como la solidaridad y para la prevención de la violencia es considerada un factor cada vez más indispensable en las actuales sociedades.

La educación no es aséptica y el acto de educar implícita o explícitamente contiene valores y de ahí la necesidad de priorizar unos sobre otros. Para González (2002), la “educación para la convivencia…debe desarrollar el discurso de los llamados valores para la vida y para la convivencia (como elenco de valores derivados de una ética mínima), incidiendo en los grandes y básicos valores de la equidad educativa, libertad, de la solidaridad, de la igualdad, de la justicia y de la paz, así como la recuperación y en la defensa de “pequeños valores” que corren el riesgo de pasar a un segundo orden de importancia”. Se trata, según este autor, de valores como la honestidad, la responsabilidad, el esfuerzo, el sacrificio, la voluntad, la generosidad, la ternura o la esperanza; valores que Peiró (2009) define como valores propiamente humanos que son los que en realidad pueden hacer posible la realización y la vivencia de los supuestos “grandes valores democráticos” que contribuyan a erradicar cualquier forma de violencia, siendo una de las mayores lacras de nuestras sociedades la llamada violencia de género.
Puede destacarse que la educación en valores como la solidaridad y la no violencia se afirma en la necesidad de constituirse en el principio rector de toda educación, orientando el desarrollo de los currículum de los diversos niveles educativos en la búsqueda de una formación integral del alumnado, promoviendo actitudes y valores éticos y mostrando, en la programación y vida diaria dicha conformidad con valores éticos y socialmente deseables (Trianes y Fernández, 2001).
La violencia escolar cotidiana en parejas adolescentes como reacciones agresivas proactivas y reactivas se producen con frecuencia en los centros escolares; existiendo cada vez mayor preocupación por los problemas de convivencia escolar, el deterioro de las relaciones interpersonales y  la prevención de la violencia de género en los centros educativos de Educación Secundaria.  Un elemento importante para evaluar en estas situaciones son las actitudes e  intereses en temas morales y predisposición hacia la violencia en estudiantes de educación secundaria. Por ello, el objetivo general del presente estudio es realizar una evaluación de actitudes e intereses hacia temas morales en una muestra de adolescentes estudiantes de educación secundaria analizando diferencias en función del género y de la edad.
Método
Participantes
Han participado en este estudio un total de 490 estudiantes de educación secundaria, con edades comprendidas entre los 11 y los 15 años, con una edad media de 13.21 años (DT=1.19), pertenecientes todos ellos a institutos públicos de la provincia de Málaga de ámbito urbano, 243 chicas y 207 chicos. Se ha trabajado con una muestra incidental no probabilística.
Instrumentos
“Cuestionario sobre valores y actitudes en temas morales, VATM (Trianes, 2002)”: Este cuestionario consta de un total de 13 ítems en los que se le proporciona al sujeto un enunciado o se les plantea una situación conflictiva para que elija entre distintas alternativas de respuesta (versión inicial más cualitativa) en formato de respuesta tipo Likert donde los estudiantes evalúan en una escala de 1 a 4 el grado de acuerdo con las cuestiones planteadas (siendo 1= Muy en desacuerdo y 5= Muy de acuerdo). Presenta adecuadas propiedades psicométricas, siendo el índice de consistencia interna para la escala total obtenido mediante el cálculo del coeficiente Alpha (α)= .68. Evalúa algunas cuestiones actitudinales personales como el robo, la solidaridad, la cooperación, la ayuda internacional, los derechos humanos, etc. Se trata de un cuestionario de tipo actitudinal para investigar estas cuestiones de máxima candencia.
Procedimiento

Los datos fueron recogidos por dos orientadores y un investigador de la UMA en los distintos centros de Educación Secundaria participantes en este estudio. El cuestionario fue cumplimentado en las clases ordinarias de los distintos centros de estudios que han participado en este estudio tras gestionar las correspondientes autorizaciones, con similar política educativa en lo que a la dirección de sus centros de estudio se refiere. Además se proporcionó al alumnado las correspondientes instrucciones para la cumplimentación del cuestionario, asegurando además en todo momento la confidencialidad de los datos obtenidos en este estudio y explicando el uso ulterior de las pruebas con fines de investigación.
No se limitó ni espacial ni temporalmente el tiempo destinado a la cumplimentación del cuestionario por parte del alumnado al que se le dio la posibilidad de responder ante posibles dudas y problemas de comprensión al respecto o forma de rellenar el cuestionario propuesto.
Análisis de datos
Para el tratamiento estadístico de los datos se usó el paquete estadístico informatizado SPSS 15.0. Se realizaron análisis descriptivos reflejándose porcentajes, medias y desviaciones típicas además de aplicar la prueba T de Student para muestras independientes para ver si existen diferencias estadísticamente significativas en la evaluación de actitudes e intereses en temas morales en función del género y de la edad.
Resultados
A continuación para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas en la variable actitudes e intereses en temas morales en función del género y de la edad se han realizado análisis de diferencia de medias (T de Student). La metodología para el análisis de las diferencias según sexo y edad es de carácter cuantitativa, utilizando el cuestionario en formato de respuesta tipo Likert de cuatro puntos (1= Muy en desacuerdo y 4= Muy de acuerdo). Para este análisis de medias la edad se ha categorizado en dos grupos: >13 años y <13 años. Los resultados obtenidos respecto a las diferencias según género y edad en actitudes e intereses en temas morales se presentan en las tablas 1 y 2 respectivamente.
Los resultados demuestran que existen diferencias estadísticamente significativas en actitudes e intereses en temas morales en función del género y de la edad.
            En cuanto a las variables género y edad, en términos generales, los resultados de las diferencias de medias muestran en las chicos, en comparación con los chicas, así como en el grupo de adolescentes de menor edad, una mayor tendencia a la despenalización de la violencia si es en defensa de lo propio y menor predisposición a la emisión de conductas prosociales.
Tabla 1.  Diferencia en actitudes, valores e intereses en temas morales según género

 

Género

Media

Desviación típica

t

1. Si un adolescente entra en un centro comercial, cogen una cinta de vídeo, la esconde y se la lleva sin pagar. ¿Es eso robar?

Hombre
Mujer

3.67
3.87

.75
.52

-3.59*

2. Si un joven que está comprándose su casa trata de no pagar impuestos ocultando parte de sus ingresos. ¿Es eso robar?

Hombre
Mujer

3.16
3.33

.86
.77

-2.30**

3. Si una persona descubre a un asaltante que había entrado a su casa a robar y le pega un tiro. ¿Es una acción violenta?

Hombre
Mujer

3.13
3.37

1.01
.86

-2.83*

3.1. ¿Es justa dicha acción?

Hombre
Mujer

2.29
2.14

.96
.97

1.71

4. Si un estudiante al salir del instituto recibe una paliza por parte de un grupo y, en respuesta, saca una navaja con la que hiere a uno de ellos y lo mata.
¿Es una acción violenta?

Hombre
Mujer

 

3.31
3.55

 

.94
.76

-3.01*

4.1. ¿Es justa dicha acción?

Hombre
Mujer

2.24
2.07

.94
.92

2.12**

5. Si una persona se acerca a ti pidiéndote dinero cuando vas de compras. ¿Sientes que debes dárselo?

Hombre
Mujer

1.82
2.00

.92
.89

-2.24**

6. Cuando ves la propaganda de las ONGs pidiendo ayuda o dinero para proyectos en colectivos desfavorecidos. ¿Sientes que debes ayudar?

Hombre
Mujer

2.66
2.99

.82
.88

-4.34*

7. Cuando ves que en tu entorno (familiar, de amigos, compañeros de clase, etc) se va a producir un conflicto. ¿Intentas evitarlo?

Hombre
Mujer

3.42
3.52

.74
.78

-1.35

8. ¿Es justa la pena de muerte?

Hombre
Mujer

2.01
1.88

1.02
.98

1.51

9. Cuando el ayuntamiento da viviendas gratuitas a personas que han sufrido una tragedia que les ha dejado sin hogar. ¿Estás de acuerdo con esa medida?

Hombre
Mujer

 

3.44
3.64

 

.80
.72

-3.00*

10. ¿Estás de acuerdo con que Europa cierre sus fronteras a los inmigrantes de países con menos recursos?

Hombre
Mujer

2.22
1.95

.91
.89

3.24*

11. ¿Estás dispuesto/a a intervenir si ves alguna acción injusta para alguien?

Hombre
Mujer

3.15
3.28

.74
.78

-2.07**

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 2.  Diferencia en actitudes, valores e intereses en temas morales según edad

 

Edad

Media

Desviación típica

t

1. Si un adolescente entra en un centro comercial, cogen una cinta de vídeo, la esconde y se la lleva sin pagar. ¿Es eso robar?

>13
<=13

3.79
3.81

.66
.52

-.39

2. Si un joven que está comprándose su casa trata de no pagar impuestos ocultando parte de sus ingresos. ¿Es eso robar?

>13
<=13

3.26
3.27

.84
.70

-.19

3. Si una persona descubre a un asaltante que había entrado a su casa a robar y le pega un tiro. ¿Es una acción violenta?

>13
<=13

3.37
3.02

.89
.96

3.98*

3.1. ¿Es justa dicha acción?

>13
<=13

2.19
2.27

.97
.98

-.89

4. Si un estudiante al salir del instituto recibe una paliza por parte de un grupo y, en respuesta, saca una navaja con la que hiere a uno de ellos y lo mata.
¿Es una acción violenta?

>13
<=13

 

3.50
3.33

 

.81
.87

2.18**

4.1. ¿Es justa dicha acción?

>13
<=13

2.08
2.29

.91
.94

-2.34**

5. Si una persona se acerca a ti pidiéndote dinero cuando vas de compras. ¿Sientes que debes dárselo?

>13
<=13

1.93
1.94

.92
.84

-.09

6. Cuando ves la propaganda de las ONGs pidiendo ayuda o dinero para proyectos en colectivos desfavorecidos. ¿Sientes que debes ayudar?

>13
<=13

2.83
2.94

.88
.86

-1.28

7. Cuando ves que en tu entorno (familiar, de amigos, compañeros de clase, etc.) se va a producir un conflicto. ¿Intentas evitarlo?

>13
<=13

3.46
3.55

.77
.71

-1.25

8. ¿Es justa la pena de muerte?

>13
<=13

1.85
2.10

.99
1.01

-1.56**

9. Cuando el ayuntamiento da viviendas gratuitas a personas que han sufrido una tragedia que les ha dejado sin hogar. ¿Estás de acuerdo con esa medida?

>13
<=13

 

3.59
3.49

 

.73
.82

1.39

10. ¿Estás de acuerdo con que Europa cierre sus fronteras a los inmigrantes de países con menos recursos?

>13
<=13

1.98
2.23

.88
.92

-2.96*

11. ¿Estás dispuesto/a a intervenir si ves alguna acción injusta para alguien?

>13
<=13

3.25
3.18

.72
.69

1.02

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Significación estadística. *p < .01;  ** p < .05

 

Conclusiones
El presente trabajo aporta los resultados del Cuestionario sobre Valores y Actitudes en Temas Morales, los cuáles son sumamente útiles con vistas a la educación en valores como la solidaridad. Los datos aportados por el presente estudio permiten extraer conclusiones relevantes en el actual contexto en el que cada día es mayor el número de agresiones; existiendo cada vez mayor preocupación por los problemas de convivencia social, escolar y el deterioro de las relaciones interpersonales en los centros educativos de Educación Secundaria.  Un elemento importante para evaluar en estas situaciones son las actitudes e  intereses en temas morales y predisposición hacia la violencia en estudiantes de educación secundaria. Por ello, en el presente estudio descriptivo se presentan los resultados de un cuestionario sobre valores y actitudes en temas morales analizando diferencias en función del sexo y de la edad; encontrándose que diferencias estadísticamente significativas por género y edad.
Respecto al género, se puede apreciar, en términos generales, una menor tendencia en las chicas a la despenalización de la violencia si es en defensa de lo propio (por ejemplo, en el ítem referido a si una persona descubre a un asaltante que había entrado a su casa a robar y le pega un tiro, las chicas consideran en mayor medida que los chicos de que se trata de una acción violenta aunque sea en defensa de lo propio; en el ítem 4 referido a si un estudiante al salir del instituto mata a otro en respuesta a una paliza que ha recibido las chicas también conceptualizan en mayor medida que los chicos dicha acción como violenta y valoran en menor medida que los chicos dicha respuesta como una acción justa). Sin embargo,  las chicas muestran mayor predisposición a la emisión de conductas prosociales, sienten más necesidad de participar y colaborar con ONGs (de hecho, participan más en ONGs y afirman realizar más actividades solidarias en comparación con los chicos) y se muestran más dispuestas a intervenir si ven alguna acción injusta para alguien. Las chicas también muestran menos grado de acuerdo que los chicos ante la cuestión planteada de que Europa cierre sus fronteras a los inmigrantes de países con menos recursos. Estos resultados son coherentes con los obtenidos en otros estudios en los que también se encuentra mayor empatía, conductas solidarias y razonamiento moral en las chicas (Carlo y Randall, 2002; Mestre, Samper y Frías, 2002; Ortiz,). En esta línea, otros estudios (Gilligan, 1985) también encontraron en las chicas mayor grado de sensibilidad prosocial en estos temas así como una orientación moral más orientada a los principios de cuidado  y preocupación por los otros. Puede pensarse que estos resultados pueden ser explicados por el adelanto en el desarrollo evolutivo de las chicas en comparación con los chicos o siguiendo las aportaciones consolidadas de Turiel (1994) por  el impacto directo que ejercen las normas sociales y culturales en las creencias morales que inciden en el comportamiento o considerando las aportaciones de Hoffman (1987) un elemento relevante sería la influencia de los patrones morales internos promovidos en niños y niñas por sus padres y que modelan las prácticas morales más aceptable según el género. En este sentido, las pautas educativas y orientación recibida por chicos y chicas es fundamental, en consonancia con los planteamientos realizados por Zahn-Waxler, Cole y Barrett (1991) que señala que a los chicos se les ha educado orientados hacia conductas menos prosociales, por ejemplo, como instrumento para ganarse la vida en ambientes económicamente competitivos. No obstante, para finalizar este apartado puede comentarse que existen resultados contradictorios ya que mientras unos autores señalan que las chicas maduran antes que los chicos, otros encuentran que no siempre aparecen diferencias a favor de las chicas (Carlo, Roesch y Koller, 1999; Rest, 1979).

Con respecto a la edad, puede destacarse que, al igual que en el caso de las chicas, el grupo de adolescentes de mayor edad conceptualiza en mayor medida como violentas determinadas acciones como las planteadas en los ítems 3 y 4 aunque se traten de acciones en defensa de lo propio. Sin embargo, sea por un menor efecto del factor deseabilidad social u por otra razón, es el grupo de menor edad el que considera determinadas acciones como justas, por ejemplo, muestran mayor grado de acuerdo sobre el hecho de que la pena de muerte puede llegar a ser justa o sobre el hecho de que Europa cierre sus fronteras a los inmigrantes de países con menos recursos. Igual que ocurre con las chicas, es el grupo de mayor edad el que manifiesta colaborar más con ONGs o participar en mayor medida en actos de corte solidario que el grupo de menor edad. Otras investigaciones (Whiting y Edwards, 1988) también encuentran resultados similares argumentando que en la adolescencia, con independencia de la imagen que se pueda tener socialmente de este período evolutivo, disminuyen modos primitivos de razonamiento prosocial, como el razonamiento hedonista; aumentando las conductas prosociales tanto cuantitativa como cualitativamente. Estos últimos investigadores encuentran que durante la adolescencia se incrementan las capacidades de empatía, juicio moral y habilidades cognitivas que repercuten en el comportamiento prosocial y en el reconocimiento del valor de ayudar a otros siendo, por tanto, el momento ideal para la intervención psicoeducativa que mejore la convivencia en la etapa de educación secundaria. Estos datos también son congruentes con los resultados encontrados por otros autores más recientemente (De la Caba y Etxeberría, 1999) que, profundizando en la consistencia entre cognición y acción moral sobre el tema de la solidaridad en adolescentes, encuentran que la conducta moral no está tanto sujeta a la altura del juicio moral por influencias situacionales (grupo de amigos, presión del profesor, etc) sino por la propia realidad evolutiva de los adolescentes, marcada por su capacidad cognitiva formal, su búsqueda de identidad y la mayor amplitud conforme mayor sea la edad de relaciones y roles sociales desempeñados. En esta línea, las aportaciones realizadas por Aierbe, Cortés y Medrano (2001) permiten señalar que es lógico que a los 12 años la capacidad de razonamiento moral esté evolutivamente en estadios inferiores en comparación con alumnos de mayor rango de edad.
Con referencia a los temas morales, resulta llamativo que hay un grupo de alumnado que entienden que una acción violenta puede ser justa, puesto que tanto defenderse de un robo como recibir un ataque entre adolescentes activan una respuesta muy arraigada en nuestra cultura que despenaliza la violencia si es en defensa de lo propio. Este sería un tema para debate pues no cabe duda que dicha despenalización de la violencia en términos de defensa propia pertenece al ámbito personal de la moralidad (Turiel, 1983),  mientras que la consideración de una acción violenta como intrínsecamente injusta pertenece al ámbito de la moral universal cuyo principal referente es la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Schaffer, 2000). Ambos ámbitos, también denominados micromoralidad y macromoralidad respectivamente (Rest, Narváez, Bebeau y Thoma  1999a, 1999b) pueden entrar en contradicción, sobre todo en personas jóvenes que aún no han alcanzado una identidad moral que caracteriza a los adultos con nivel cultural (Blasi, 1993).
Existe una relación entre moralidad y conducta solidaria según puso de manifiesto Gilligan (Gilligan y Wiggins, 1988) al elevar a categoría moral las responsabilidades interpersonales característica del sexo femenino. Rest, Narváez, Bebeau y Thoma  (1999b) entienden que la relación estriba en que mientras que la moralidad se ocupa de la macromoralidad, el comportamiento prosocial pertenece a la micromoralidad.
Esta educación en solidaridad y para la prevención de la violencia es necesaria en los centros de Educación Secundaria y en nuestras universidades ya que permite incorporar progresivamente este valor en los centros de educación secundaria  pudiéndose emplear incluso TIC en esa transmisión y educación de valores (Morales, Infante y Galindo, 2003). Un objetivo prioritario en cuestiones de solidaridad es atacar la insolidaridad desde la educación, como instrumento de transformación social para evitar situaciones de desventaja social  del tipo que sean (Consejo de Europa, 2000).

La ausencia de valores en actitudes y temas morales se relaciona con la violencia escolar en forma de agresiones las cuáles constituyen una realidad diaria en los institutos de Educación Secundaria. De hecho, numerosos estudios encuentran que una de las principales manifestaciones de esta violencia tiene lugar entre los propios adolescentes de esto centros que son los protagonistas de la mayoría de los actos violentos (Dodge, Coie, Pettit y Price, 1990; Ortega, 1995; Peiró, 2009; Prieto, 2005; Velásquez, 2005); de ahí la necesidad de una educación en valores que contribuya a la mejora de la convivencia educativa. Parece relevante señalar la importancia de evaluar estas actitudes y comportamientos  que pueden entroncar y ser indicadores de un modo de proyectarse en la vida por parte de estos adolescentes que se debiera deslizar hacia un modo meramente individualista donde la sociedad es vista simplemente como un mosaico plural sin engarce entre sus miembros más allá de la competitividad pura y dura donde se confunde autonomía con individualidad. De una sociedad vertebrada en la que hay proyectos pluralistas y un modo autónomo de proyectarse en la vida, pese a su complejidad, se produce con demasiada facilidad un deslizamiento de la tolerancia a la indiferencia, es decir, la manifestación de un desentenderse de los compromisos y de la problemática del otro, de un no querer asumir la propia responsabilidad a condición de no ser interpelado o sencillamente no ser molestado en su quehacer cotidiano aún cuando desde la filosofía aristotélica se señala que vivimos en una sociedad interdependiente en la que todos nos podemos necesitar en un momento u otro. Es el riesgo de una pretendida tolerancia que no sabe discernir sus límites, respetar el compromiso ético y las exigencias de la intolerancia, deslizada hacia la indiferencia curiosamente teñida de humanitarismo.
La convivencia en la escuela se deteriora, y con ello el clima adecuado y los tan necesarios valores que intervienen en ella. Distintos organismos internacionales (ONU, UNESCO, OCDE, OEA) señalan que la educación tiene que volver su mirada a la formación de actitudes y valores en los estudiantes. Algunos autores como Ochoa, Peiró y Merma (2010) reflejan que un 16% de los docentes vienen empleando la mayor parte de su tiempo en “cuidar a los estudiantes” más que en enseñar y que además en muchas ocasiones no saben cómo afrontar las negativas actitudes de civilidad que hay en su alumnado y los conflictos que surgen. Además en alguna ocasión parece que los importante es que el alumnado manifieste ciertas conductas aunque no esté interiorizadas ni se haya profundizado previamente en cuestiones que conllevan el despliegue de valores humanos y valores para la convivencia abordando temas como la diversidad, la igualdad, no discriminación por razón de género, derechos humanos y solidaridad, etc.
El comportamiento prosocial es visto hoy como una dimensión en la que se alinean, en un extremo, conductas egoístas, mientras que en el otro extremo están las conductas altruistas (Krebs y Van Hesteren, 1994). Puesto que todo acto altruista puede suponer algún beneficio para la persona puede pensarse en proponer prácticas en educación secundaria que supongan un comportamiento a favor de otros, aunque tengan utilidad para el alumnado de que la realizan. 
Para concluir, se destaca la importancia de una detección y evaluación temprana de actitudes e intereses hacia estos temas morales con vistas a una educación integral dirigida a la mejora de la convivencia social y a la prevención de la violencia escolar.

Bibliográfia
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